
Condenan por homicidio culposo a médico que fue más allá de prácticas consolidadas en cirugías estéticas
La Corte Suprema de Justicia ratificó la condena por homicidio culposo contra un médico que, sin contar con la formación profesional adecuada, realizó procedimientos estéticos como liposucción abdominal, lipoinyección en glúteos y mamoplastia de aumento, lo que resultó en la muerte de la paciente debido a la falta de cumplimiento del deber de cuidado objetivo.
De acuerdo con los protocolos y técnicas establecidos por especialistas en cirugía estética, durante una liposucción abdominal, únicamente debe extraerse la grasa localizada en el tejido celular subcutáneo entre la piel y la pared muscular. En el caso de la lipoinyección glútea, la grasa debe aplicarse exclusivamente en un plano subcutáneo, bajo la piel y sin invadir el músculo.
En este caso particular, los hallazgos forenses revelaron que el médico excedió los límites establecidos y aceptados por la comunidad médica y científica. Esto quedó demostrado en las graves lesiones encontradas durante el examen interno del cuerpo de la víctima, descritas detalladamente en el informe de necropsia realizado por la forense.
La Sala Penal concluyó que, dada la formación básica y especializada del acusado, este estaba en capacidad de comprender los riesgos asociados a desviarse de las prácticas científicas consolidadas. No obstante, violó el deber objetivo de cuidado al actuar con impericia, ya que no contaba con la capacitación ni las habilidades necesarias para realizar cirugías plásticas y estéticas, y además actuó imprudentemente, asumiendo riesgos que estaban fuera de su competencia.